CHILE EN EL SIGLO XX (II Parte)

CHILE EN EL SIGLO XX (II Parte)

LA EVOLUCION NACIONAL Y LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.

El desarrollo económico del país durante el período sigue en general las mismas tendencias del período anterior. La actividad salitrera experimenta al iniciarse la Primera Guerra Mundial en 1914, una paralización de las faenas que el gobierno afronta con emisiones de papel moneda, rebaja de sueldos de los funcionarios públicos- civiles y créditos a las empresas, medida que palian transitoriamente esta crisis hasta que la producción se normaliza totalmente durante el transcurso de la guerra. Al termino del conflicto bélico se produce una nueva crisis que se prolonga algunos años (1919-1921), ocasionando un quebranto a la economía del país, lo que se traduce en el desempleo de los trabajadores salitreros, el desequilibrio del presupuesto, incluso el pago tardío de los suelos de los funcionarios, y el encarecimiento de los precios de las subsistencias. El gobierno trata de intervenir en la industria sin mayor éxito. Contrata empréstitos, se promulgan diversas leyes de emisión de papel moneda, hasta que retorna la normalidad al mercado internacional y las salitreras reinician sus actividades, produciéndose en ellas una expansión que culminara en las postrimerías de 1929. Se inicia la explotación de las minas de cobre de Chuquicamata, El Teniente y Potrerillos por empresas norteamericanas, y este mineral empieza a jugar paulatinamente un importante papel en la balanza de pagos del país. Se debe decir que el Estado no estableció nin2ún gravamen o derecho aduanero a la exportación de las barras de cobre. La guerra produce el desplazamiento de nuestro comercio internacional desde el mercado europeo al norteamericano y por consiguiente, da lugar a la presencia del imperialismo del país del norte.

La actividad agropecuaria se acrecienta con la explotación definitiva de las regiones incorporadas a la economía en el período anterior, vale decir. La Frontera y la zona de Magallanes. La industrialización recibe un importante impulso en este período como consecuencia del yació que dejan nuestros habituales proveedores europeos, este desarrollo persistirá en los años siguientes. La inflación monetaria alcanza, especialmente en la década del 20, índices elevados, agravando los efectos ya descritos de este fenómeno.

A partir del movimiento político de 1920, el Estado empieza a desempeñar un papel intervencionista en la vida económica del país. En las postrimerías del período se promulgan decretos-leyes que reglamentan los bancos, establecen el banco Central, la Superintendencia de Bancos y la conversión monetaria; se implanta el impuesto a la renta. Y se dicta una ley organiza de Presupuesto.

Nuevos grupos se van generando en la sociedad chilena. A la oligarquía agrícola tradicional vinculada a los sectores salitreros y financieros, se incorporan los grandes terratenientes de la Frontera y de la zona Austral del país y un creciente número de empresarios industriales y manufactureros, estos últimos sectores desvinculados en ese tiempo de los círculos políticos y gobernantes del país. También empieza a surgir un núcleo de profesionales universitarios y egresados de los liceos que unidos a los maestros primarios, configuran un sector destacado de la denominada clase media en el terreno intelectual y en los cuadros políticos del radicalismo. La clase trabajadora también ve acrecentar sus efectivos, y a los obreros salitreros se agregan los cupreros y de otros minerales, y en el centro del país los obreros de la naciente industria manufacturera y fabril van a incorporarse en forma activa a la lucha, junto con los ferroviarios y los mineros del carbón.

El surgimiento de estas nuevas clases sociales va a tener diversas expresiones intelectuales con ocasión del Centenario de la Independencia Política del país en 1910. Alejandro Venegas con el seudónimo de Dr. Julio Vales canje, escribe “Sinceridad. Chile intimo en 1910”, libro donde enjuicia, con conocimiento cabal y fervor patriótico, los problemas que asolan i la sociedad chilena. La otra expresión es Luís Emilio Recabarren, obrero tipógrafo, socialista, que en una conferencia titulada “Ricos y Pobres a través de un siglo de vida republicana”, enjuicia las condiciones de trabajo y vida de la clase obrera. Denuncia los salarios miserables, su no pago oportuno, el monopolio comercial, el encarecimiento de la vida, la habitación malsana, la desesperanza de los oprimidos, etc.

La lucha social, paralizada a consecuencia de los dramáticos sucesos de Iquique reaparece en los años siguientes en forma de esporádicos movimientos sociales. En 1919 ocurren los sucesos de Puerto Natales, donde mueren varios obreros. Se declaran huelas generales en santiago, en Antofagasta, se promulga la ley de Residencia, se procede a expulsar del país a varios dirigentes extranjeros. La situación se agrava en 1920 con la huela de los mineros del carbón que se prolonga por dos meses El hecho político más destacado es la elección presidencial de 1920.La tendencia populista encabezada por el abanderado de la Alianza Liberal, Arturo Alessandri, logra concitar el apoyo de gran parte de la clase media y de los trabajadores. Arturo Alessandni, desafía a la oligarquía tradicional agrupada en la Unión Nacional. El candidato aliancista plantea como programa electoral, el control de bancos, la conversión monetaria, el impuesto a la renta, la intervención en el comercio del salitre, una reforma constitucional con un poder ejecutivo fuerte, la dictación de leyes del trabajo,, la solución del diferendo de Tacna y Anca. Alessandri se hace eco de una serie de problemas que aquejan a la clase media y al pueblo trabajador. El caudillo capta la adhesión de los trabajadores e incluso, llega a interesar a la oficialidad joven del Ejército. Se genera el primer movimiento populista de la historia del país; la elección alcanza ribetes encarnizados. El resultado es estrecho y para dirimir la contienda, se designa un tribunal de honor, organismo inconstitucional. El gobierno oligárquico trata por todos los medios evitar el ascenso al poder del candidato aliancista. Fragua un complot internacional que conduce a la movilización de las fuerzas armadas al norte y enciende el fervor patriótico de las multitudes, la Guerra de don Lanislao” .La oligarquía gobernante no se resigna a la perdida tanto de su candidato, como del poder político y toma una serie de medidas para obstruir e impedir el ascenso al gobierno del líder de la Alianza Liberal. Se asalta la Federación de Estudiantes, (FECH) se destruye el local, se le cancela la personaduría jurídica y se procesa a sus dirigentes, acusados de “traidores a la patria”. Se incendia el local y se masacra a varios obreros de la Federación Obrera de Magallanes y se inicia el “proceso a los subversivos”, que lleva a la cárcel a más de mil dirigentes obreros; todo este conjunto de acciones están destinadas a barrenar las bases sociales del alessandrismo. Finalmente se reconoce el triunfo del candidato aliancista, quien sube al gobierno rodeado del fervor popular. En medio de difíciles circunstancias económicas y con la oposición en el Congreso de los sectores derrotados. Se une a estos hechos la indisciplina del parlamentario aliancista, que hace que el régimen parlamentario viva días de gloria, desbancando ministerios y haciendo infructuosa la gestión gubernamental.

El gobierno envía un proyecto de Código del Trabajo para su discusión en el Congreso Nacional. Sin embargo, esta presentación es tramitada un largo tiempo en el parlamento y se ve empañada por los sucesos de la oficina San Gregorio, donde se produce un incidente en que mueren algunos militares y varios obreros. Las luchas sociales se canalizan por medio de las organizaciones sindicales y la actuación de los partidos políticos de los trabajadores.

Los grupos oligárquicos desplazados del poder empiezan a conspirar apoyados por la alta oficialidad del Ejército. La ocasión se presenta cuando el Congreso empieza a discutirla la creación dieta o sueldo para los parlamentarios, posponiendo el aumento de los sueldos de los militares. El 5 de septiembre los militares presionan asiendo sonar sus sables en las tribunas del Congreso. El congreso nacional aprueba el reajuste de remuneraciones de las fuerzas armadas y todas las leyes del trabajo, de la seguridad social y de cooperativas. A los pocos días se forma una Junta Militar que disuelve el Congreso, el Presidente renuncia pero sale con permiso Constitucional. En enero de 1925 es derrotada la Junta Militar y el Presidente retorna al país y se avoca a redactar una nueva Constitución, designa una comisión as doc y somete el texto a plebiscito y el presidente obtiene una holgada mayoría. El sostén político del Presidente lo constituyen las fuerzas Armadas, las que designan a miembros caracterizados de ellas, Carlos Ibáñez, entre otros, como ministros y autoridades del gobierno. El militarismo empieza a jugar un papel decisivo en los asuntos políticos del país.

La Constitución conserva sus características básicas democrática, liberal. Incorpora en forma atenuada algunas concepciones sociales y establece el régimen presidencial, reduciendo considerablemente los poderes del parlamento.

Los partidos tradicionales se ponen de acuerdo en un candidato civil para evitar la eventual postulación de un militar a la Presidencia de la República. Emiliano Figueroa derrota al abanderado de los asalariados y asume el poder, en el que permanece apenas un año y medio. Por renuncia del Presidente sed realizan elecciones presidenciales y se impone sin opositor el Coronel Carlos Ibáñez, inaugurando los gobiernos castrenses.

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